miércoles, 30 de septiembre de 2009

CONTINUARÁ...

Termina el esperado capítulo y ¿qué nos queda? Más incertidumbre, más hambre de saber y más ganas insaciables de conocer qué sucede en los próximos X minutos de serie.

¿Cuál es la fórmula mágica de las series de televisión?

FAMILIARIDAD+PROXIMIDAD+INTRIGA


Familiaridad: Todas ellas consiguen que nos familiaricemos con unos personajes y cojamos cierto cariño a sus vidas. Saber cada vez más sobre aquellas personas, despierta en nosotros el afán por cotillear, por conocer detalles, por no perder pista. Somos cotillas por naturaleza, y de eso se alimentan las series de televisión. Si nos interesa la vida de nuestra vecina de enfrente, ¿porqué no nos debería interesar la de los protagonistas de Mujeres desesperadas, Perdidos, Anatomía de Grey, Dexter o Los soprano? Todos ellos viven, en una hora, 50 situaciones más que cualquier ser humano normal, el doble de escabrosas y rocambolescas.

Proximidad: Todo personaje vive una historia de amor o desamor, de entendimiento o discusión con la pareja y los hijos, de éxito o de fracaso laboral, de compañía o soledad, de felicidad o tristeza. Todo personaje, sea cual sea la situación que vive en la serie, paralelamente, siente, y eso es lo que hace que el espectador sienta proximidad. No importa si se trata de un mafioso, un asesino en serie, un marido infiel, una esposa desquiciada, un hijo psicópata, un joven drogadicto o una madre manipuladora…Todos ellos transmiten distintas emociones y sentimientos, y a su vez, provocan sentimientos en nosotros.

Intriga: Por supuesto, un ingrediente esencial para una fantástica receta. Lograr que la vida de esos personajes tan próximos y familiares, resulte de tal interés, que no podamos levantar el pompis del sofá para ir un momento al baño. La intriga aparece justamente por este hobby tan peculiar que quien más y quien menos practica, el afán de cotilleo. Un afán que no se apaga fácilmente, y que conforme aparecen más enigmas, más crece. Las puertas que quedan abiertas son las promotoras de la intriga, y saciar estas ansias por encontrar respuesta, en toda serie, conlleva mucho más que un día. Temporadas y más temporadas, nuevos y viejos asuntos resueltos y no resueltos, problemas que vuelven, que van y que vienen, relaciones de amor y odio que se entremezclan…¿Quién puede resistirse a saber más y más?

Y es que algunas series son como la vida misma, tan solo las distancia una pequeña diferencia: en ellas podemos conocer los secretos mejor guardados de los personajes, algo a lo que seguramente desearíamos acceder en nuestra realidad diaria; conocer las relaciones extramatrimoniales de un compañero de trabajo, saber qué ocurre con la hija de nuestra vecina, conocer la verdadera razón por la que una pareja de amigos se ha separado, acceder a los sentimientos de aquel chico que entrena en nuestro gimnasio, etc.

Por otro lado, otras series combinan esta “intromisión” en el corazón de sus protagonistas con la ciencia ficción. Permiten realizar un viaje a lo imposible o casi imposible e evadirnos de la monotonía. Efectos especiales, seres con poderes sobrehumanos, asesinos más que perturbados y maquiabélicos, policías y médicos con habilidades increíbles; en resumen, una gozada para nuestros sentidos.

Qué gran invento el de las series de televisión, no me cansaré de repetirlo. Después de este análisis, propongo dar una oportunidad a las cuatro citadas anteriormente, recomendación principalmente para aquellos que aún no hayan degustado este placer tan exquisito. Muchas veces nos cuesta desconectar del día a día; leemos un libro, cocinamos, escuchamos música, regamos las plantas, vemos un programa de televisión, etc. Yo ya os he confesado mi válvula más valiosa de evasión mental, relajación y distracción antes de conciliar el sueño. Os aconsejo que probéis y encontréis la que os deje más satisfechos.




Consulta privada Mª Teresa Mata, psicoterapeuta y fisioterapeuta.


VISITAS DE LUNES A VIERNES CENTRE BALMES

Plaza Gala Placidia Nº 10-12, 5º 2ª 08006 - Barcelona Contacto: 617834474

Etiquetas:

martes, 15 de septiembre de 2009

¿Por qué ositos?





Los ositos de peluche, un referente de ternura para cualquier niño o adulto.

Grandes, pequeños, de trapo, vestidos, con lazo, sin lazo, blancos, marrones…

Para felicitar un cumpleaños, para dar la bienvenida a un nuevo miembro de la familia, para decir te quiero, para decorar la estantería, para regalar como souvenir, para promocionar un suavizante…

El oso, “dulce e inofensivo” animal, es sin duda, el preferido.

¿Por qué ositos? A caso no sería lo mismo regalar leoncitos, panteras o serpientes de cascabel? ¿ A caso no todos ellos son animales no domésticos, salvajes y peligrosos, que, si en algún momento se cruzaran en nuestro camino, echaríamos a correr?
Así pues, ¿Por qué el oso es un referente de ternura y amor?

Esta pregunta la lanzó una compañera de trabajo, y me sorprendió. A diferencia de todos, ella veía al “osito” como un animal agresivo, y no comprendía cómo el mundo entero transformaba su imagen en algo que es todo lo contrarío a su naturaleza.

Tras esta afirmación, no he parado de pensar en la imagen del oso. Aquellos anuncios del “osito Mimosín” despertaban el lado sensible de cualquier espectador, pero pensándolo bien, esa bolita de algodón, no era más que la viva imagen de un depredador, aunque su significado fuese todo lo contrario. Estos recuerdos han quedado de algún modo, saboteados por aquella opinión, a la que no le falta razón, y como mínimo, me ha hecho pensar que esto siempre es bueno.

Es más, hace dos semanas recibí un obsequio de la boda de un familiar. ¿Podéis imaginar qué era? Efectivamente, dos ositos vestidos de novios, montados de una bici, recubriendo una cajita de bombones. En un primer momento, no pude ver los ositos del mismo modo, aunque más tarde, personifiqué la imagen de las dos personas que se habían unido en matrimonio y vi que aquella imagen sí era algo dulce.

Entonces comprendí que nosotros atribuimos dulzura a aquello que deseamos, podemos personificar cualquier ser y transmitir con él, nuestros más profundos sentimientos, tan sólo necesitamos dar la expresividad necesaria para ello, en la mayoría de los casos, una sonrisa.

Me he fijado, y la mayor parte de los ositos sonríen. El osito Mimosín, la parejita que guardo del recuerdo de la boda, los que aún conservo de mi infancia, los que decoran la ropita de los niños, el que promociona una famosa cadena de jugueterías,…

El oso sigue siendo quien es, nosotros somos quienes podemos darle, aunque sea desde la ficción, la cualidad de saber sonreír y transmitir aquello que, en ocasiones, las palabras no pueden decir.

Mi lema ahora sería “pon un oso en tu vida”, continúo adorando a los ositos y creo que siempre podemos decir algo con ellos. Así pues, si quieres decirle a alguien cuanto le quieres, si quieres decir perdón a alguien, si hace tiempo que no vas a ver a aquel familiar, si quieres agradecer la ayuda de un compañero, si deseas recordar a tu madre cuánto la quieres, …¿Por qué no un oso?

Etiquetas:

martes, 8 de septiembre de 2009

SÍNDROME DE ASPERGER. MENTES BRILLANTES INCOMPRENDIDAS.




¿QUÉ TIENEN TODAS ESTAS MENTES BRILLANTES EN COMÚN?



Albert Einstein
y su teoría de la relatividad
Isaac Newton y la ley de la gravitación universal
Satoshi Tajiri, el creador de la franquicia Pokémon,
El multimillonario y creador de Windows, Bill Gates
El cineasta Steven Spielberg


TODAS ELLAS SUFREN EL SÍNDROME DE ASPERGER



Las personas que no padecen el síndrome de Asperger, poseen un sofisticado sentido de reconocimiento de los estados emocionales ajenos, es decir, poseen EMPATÍA. La mayoría de las personas son capaces de asociar información acerca de los estados cognitivos y emocionales del resto de individuos, basándose en pistas que ofrece el entorno y el lenguaje corporal. Las personas con síndrome de Asperger, no poseen esta habilidad, no son empáticas; se puede decir que tienen una especie de "ceguera emocional". En aquellos casos más severos, puede resultar imposible incluso reconocer el significado de una sonrisa o encontrar significado a cualquier otro gesto facial, corporal. Las personas con este síndrome, en general, son incapaces de "leer entre líneas", es decir, se les escapan las implicaciones ocultas en lo que una persona dice de forma directa y verbal.


Es importante notar, sin embargo, que debido a que es un trastorno con severidad variable, algunos se aproximan a un nivel de normalidad en sus habilidades de comprensión e interpretación de las señales no verbales. Aún así, encuentran particularmente abrumador el contacto ocular y por ello, con frecuencia lo evitan. Esta falta de contacto ocular puede llevar a mayores dificultades para interpretar emociones ajenas o incluso problemas en la interpretación que los demás.



UNA CUALIDAD ESPECIAL



En este tipo de síndrome, el cerebro se concentra intensamente en temas específicos, lo cual puede ser interpretado como una cualidad especial.
Un paciente afectado por el síndrome de Asperger puede, por ejemplo, encontrarse obsesionado por los dinosaurios; otro con la construcción de maquetas, etc. Intereses particularmente comunes son los medios de transporte (por ejemplo los trenes) y los ordenadores, tal vez debido a los aspectos de la física, lógica y causa efecto que comparten estos ámbitos, los cuales no requieren de una interacción social (recordemos que carecen de empatía, y por ello se hallan menos dotados en el ámbito social).
Los niños con este síndrome son como "pequeños profesores", debido a que, quizás, con tan solo doce años de edad, pueden hablar sobre su área de interés con la profesionalidad de un maestro universitario.


MENTES ALTAMENTE PRODUCTIVAS



En términos generales son atraídos por cosas ordenadas. Cuando estos intereses coinciden con una tarea útil desde el ámbito material o social, el individuo con Asperger puede lograr una vida ampliamente productiva. En la carrera por dominar su interés, los individuos con Asperger a menudo manifiestan un razonamiento extremadamente refinado, una gran concentración y una memoria casi perfecta.



NO EXISTE EL SENTIDO FIGURADO



Este razonamiento extremadamente refinado y la falta de comprensión de la comunicación no verbal o gestual, conlleva numerosos problemas durante la infancia y la vida adulta.


Por ejemplo: Una maestra pregunta del siguiente modo, a un niño con Asperger que ha olvidado su trabajo escolar:


"¿Qué pasa, tu perro se comió tus deberes?"


El niño con Asperger permanecerá silencioso tratando de decidir si debe explicar a su maestra que él no tiene perro y que además los perros no comen papel. El niño no comprende el sentido figurado de la pregunta o no puede intuir lo que la maestra quiere decir a partir de su tono de voz, postura o expresión facial. Ante tanta perplejidad, el niño podría responder con una frase totalmente sin relación a lo que se está hablando, y desgraciadamente la maestra podría concluir que el niño es arrogante, insubordinado o “raro”.



PROBLEMAS EN CASA



Del mismo modo, el síndrome de Asperger puede también causar problemas en la interacción y relación con los padres. Las dificultades para interpretar las sutiles pistas de la comunicación no verbal, pueden llevar al niño a conflictos frecuentes e incluso a ser ignorado en sus necesidades básicas. El niño o adolescente afectado, con frecuencia se siente confundido porque no es capaz de comprender en qué se equivoca. El resultado final de estas interacciones frustrantes es el aislamiento, por ello, intentan crecer del autoaprenentaje, ignorando su entorno, y recluyéndose en sus intereses más selectivos.



MENTES BRILLANTES INCOMPRENDIDAS



Tal y como anunciábamos al principio, algunas de las grandes mentes de la historia han sufrido este síndrome. Obsesionados por alcanzar el máximo conocimiento de aquello que les llamaba la atención, han concentrado todo su esfuerzo en crecer y convertirse en los mejores en su campo, contentando así una mente altamente organizada y brillante, su mejor y porqué no decirlo, única arma. Sería interesante saber cómo todos ellos han mejorado sus relaciones sociales a lo largo de los años, ya que cualquier alto cargo requiere de una gran habilidad social. Puede que su comportamiento sea puramente mecánico, y que con el tiempo hayan aprendido a sobrevivir en esta gran jungla a la que llamamos sociedad, aún no ser precisamente empáticos...Puede que una mente brillante pueda aprender a "fingir" saber leer entre lineas, aunque difícilmente sienta que realmente, comprende qué está ocurriendo.


En mi opinión, son mentes brillantes, incomprendidas y que no comprenden. La capacidad de ponernos en la piel del otro, es aquella habilidad que nos permite ser conscientes de su realidad. La habilidad de ser empáticos nos asegura el éxito en nuestras relaciones sociales y mejora, por supesto, la comunicación con las personas que más queremos. Si podemos comprenderlas, ellas se sentirán comprendidas.


Información de base facilitada por wikipedia






Consulta privada Mª Teresa Mata, psicoterapeuta y fisioterapeuta.


VISITAS DE LUNES A VIERNES CENTRE BALMES

Plaza Gala Placidia Nº 10-12, 5º 2ª 08006 - Barcelona Contacto: 617834474




Etiquetas: