miércoles, 5 de enero de 2011

EMPIEZA EL AÑO, ¿VOLVEMOS CARGADOS CON LISTAS DE NUEVOS PROPÓSITOS?



Estrenamos año y con ello anunciamos nuevos propósitos, soñamos con metas que querríamos conseguir, apuntamos actividades que nos encantaría realizar, intentamos romper con algunos hábitos no deseados que de momento no hemos logrado eliminar, y sin darnos cuenta se repite la larga lista de “cambios” que ya queríamos integrar el pasado mes de Enero y tras finalizar el 2010 no hemos conseguido llevar a cabo: apuntarnos al gimnasio, empezar con las clases de Inglés, dejar de fumar, hacer dieta para eliminar los turrones, pintar el piso, aprender a cocinar, terminar la carrera, terminar una saga de novelas, ir a dormir temprano entre semana, salir a correr, hacer el puzle de 10.000 piezas que tenemos en el altillo, entregar el proyecto de fin de estudios, reunirnos más a menudo con los viejos amigos, etc.

Son muchos los propósitos que todos tenemos al iniciar el año, y para hacerlos realidad es muy importante tener en cuenta dos factores: la motivación y la organización.

La motivación es imprescindible para que existan las ganas de cambio, para que uno lleve el propósito del pensamiento a la acción. Esta motivación no siempre es fácil de encontrar, y en ocasiones se desvanece cuando dejamos olvidado nuestro objetivo o este queda ofuscado por situaciones de preocupación, estrés, y saturación, que sin duda, la dejan fuera de juego y en lista de espera para otra ocasión.

La organización es también esencial. Sin orden es difícil que exista tiempo para todas las tareas diarias, ya sean laborales, de ocio, de aprendizaje, etc. La organización empieza desde que suena el despertador por la mañana hasta que nos acostamos. Los horarios para levantarse e irse a la cama, para desayunar, almorzar y cenar, para trabajar, para descansar, para realizar las tareas del hogar, así como la compaginación con el resto de miembros de la familia, tiene que seguir un orden y respetar el cansancio al que todos estamos sometidos. No se trata de realizar muchas tareas, sino de encontrar el momento ideal para realizarlas, pensando con antelación y reservando ese espacio con previsión en la medida de lo posible. Descansar es fundamental en esta organización, por ello no podemos prescribir más actividades o tareas de las que podamos realizar, de no ser así, no las realizaremos bien y tampoco disfrutaremos de ellas.

La motivación va muy ligada a la organización. Será más fácil encontrar la motivación cuando el orden respete nuestro cansancio y así nos sintamos con suficientes energías para realizar aquella tarea o actividad. Por otro lado, conforme veamos que podemos ir consiguiendo paso a paso aquel propósito que habíamos fijado, la motivación por continuar y conseguir nuevas metas irá creciendo.

Para motivarnos también es importante empezar con objetivos fáciles. Si intentamos alcanzar un objetivo que está demasiado lejos, difícilmente nos podremos motivar para seguir luchando. Si por lo contrario, empezamos con objetivos más sencillos, obtendremos resultados y esto nos dará fuerzas e incrementará la motivación.

EL TRABAJO DE LOS RECURSOS PERSONALES, EL MEJOR INSTRUMENTO.

Cada individuo posee unos recursos personales que le ayudan a hacer frente a las dificultades del día a día y conseguir sus objetivos. Así pues, el alcanzar una meta dependerá también de estas habilidades e instrumentos individuales, todos ellos serán piezas muy importantes para lograrlo.

Cuando hablamos de recursos nos referimos a las destrezas mentales o emocionales susceptibles a ayudarnos a crear comportamientos constructivos y favorecedores de nuestras relaciones y objetivos. A continuación os presentamos algunos de ellos:


- Autoestima: es la opinión emocional profunda que los individuos tienen de su persona, es la forma en que los seres humanos se sienten con respecto a sí mismos y el modo que poseen de valorarse. La autoestima es el recurso principal ya que de ella dependerán el resto. Sin autoestima no podemos hacer frente a los cambios, no tenemos la fuerza suficiente para valorarnos a nosotros mismos y querernos. Si no nos queremos, difícilmente cambiaremos algo que nos perjudica y promoveremos hábitos que nos faciliten nuestra vida.

- Perseverancia: para conseguir un objetivo es necesario poner mucho empeño. Los logros y los nuevos hábitos no son el resultado de la acción de un día, sino de la repetición del día a día.

- Motivación: tal y como anunciábamos al principio, si estamos motivados, tenemos la energía suficiente para promover el cambio. Sin motivación es difícil encontrar un atractivo en los objetivos. Para conseguir una meta necesitamos estar motivados.

- Paciencia: cualquier cambio es el resultado de un proceso y no podemos pretender conseguirlo de la noche a la mañana. Debemos invertir en este gran instrumento, la paciencia, para así poder conseguir la serenidad necesaria para alcanzar la meta.

- Asertividad: la asertividad se puede definir como la capacidad para transmitir hábilmente opiniones, intenciones, posturas, creencias y sentimientos. Emplear la asertividad es saber pedir, saber negarse, negociar y ser flexible para poder conseguir lo que se quiere, respetando los derechos del otro y expresando nuestros pensamientos. Así pues, la asertividad está diseñada para defenderse inteligentemente y permite expresar un sentimiento de disconformidad, por eso fortalece la autoestima y evita la acumulación de pensamientos angustiosos e indeseados. La asertividad nos ayudará a decir no cuando sea necesario, cuando no podamos con todo y estemos saturados, y facilitará así la organización de nuestro día a día.

Cada individuo posee sus recursos personales, aquí únicamente hemos facilitado algunos de los más importantes. Naturalmente, el ser humano personaliza estos recursos y los utiliza de la manera más práctica y adecuada, dependiendo del momento y el contexto en que se encuentre. Lo importante es saber hacer uso de estos recursos personales y sacarles el provecho que necesitemos.

Empezamos nuevo año, nos proponemos nuevas metas y logros, y el trabajo de nuestras habilidades y recursos personales es la mejor inversión para intentar conseguir, poco a poco, aquello que deseemos.

Y tú, ¿tienes nuevos propósitos para este año?



Mª Teresa Mata. Psicoterapeuta y fisioterapeuta.
Consulta privada en:


Institut Mensalus. C/Santa Magdalena 5, Bajos.
Barcelona, 08012 - Junto salida de metro Fontana - L3.
Tel. 932 371 916

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