PESADILLAS E INSOMNIO: TÉCNICA DE IMAGINACIÓN DIRIGIDA
Esta técnica debe realizarse en la cama, con los ojos cerrados, justo antes de dormir. Normalmente, uno consigue dormir durante la técnica, sin recordar al día siguiente en que punto consiguió conciliar el sueño. La técnica de imaginación dirigida, es una técnica muy personal, cada uno debe elegir un espacio imaginario agradable, altamente relajante, y visualizarlo en su mente. El transcurso de la técnica consistirá en describir ese escenario tan fantástico paso a paso, detalle a detalle, sensación a sensación, para así inducir el sueño de una forma calmada, sin pensamientos repetitivos que produzcan ansiedad, sin miedos, sin preocupaciones, y en definitiva disfrutar de un maravilloso viaje de relax hacia el clímax del bienestar personal.
A modo de ejemplo, vamos a simular dos temáticas que podrían ser muy agradables. Por un momento nos pondremos en la mente de una persona que está realizando la técnica; recordemos que todo aquello que está descrito a continuación, en realidad, es nuestra mente quien lo imagina paso a paso, la importancia de la técnica reside en visualizar todos los detalles, nosotros los narraremos puesto que es imposible explicar los pasos de otro modo.
Primera temática: un fabuloso masaje, desde los pies hasta la cabeza.
Estoy cómoda, estirada en una especie de camilla acolchada, rodeada de pétalos de rosa y velas. Puedo oler la esencia que desprenden las velas, parece vainilla, es un olor intenso y muy agradable. Unas manos empiezan a tocarme los pies, es una sensación muy gustosa. Están tocando mis dedos uno a uno, realizando movimientos circulares. Ahora las manos se deslizan por los laterales del pie, masajeando profundamente esta zona, hasta llegar al talón. La técnica se repite varias veces, es realmente relajante y agradable. A continuación, una de las manos se posiciona justo en el centro de la planta y presiona con cierta fuerza, puedo sentir como libera toda la tensión acumulada en esta zona. Sin despegar las manos de mi cuerpo, estas empiezan a subir por las piernas, concretamente por los gemelos. Estos están algo cargados de andar todo el día, las manos realizan movimientos circulares muy agradables, la sensación es parecida a como si estuvieran amasando pan, las manos amasan mis gemelos y los relajan poco a poco. Puedo sentir de nuevo el olor a vainilla, me encanta, las velas continúan encendidas, me transmiten mucha paz y tranquilidad. El masaje continúa, ahora las manos están en los glúteos. Realizan movimientos circulares para destensar esta zona, está un poco dolorida después de pasar tantas horas sentada en la oficina. Siento como se deslizan por el centro de los glúteos y se dirigen hacia el lateral, así unas tres o cuatro veces. Poco a poco se dirigen hacia la lumbar, aquí siento como las manos me transmiten un calor muy agradable con la fricción, un calor que alivia toda la tensión de esta zona. Ahora empiezo a oler la esencia de la crema, es de almendras, que olor tan agradable. Las manos siguen en la lumbar, los dedos se deslizar realizando movimientos circulares, y poco a poco suben por toda la espalda. La sensación es increíble, las manos suben y bajan, y poco a poco destensan toda la musculatura paralela a la columna, sobretodo cervical, es un placer sentir el calor de las manos en esta zona, y oler la esencia de almendras de la crema de masaje. Los hombros están algo cargados pero las manos poco a poco los relajan. Las manos también se deslizan por los brazos hasta las palmas de las manos. En este punto realizan cierta presión para relajarlas, cada vez siento los brazos menos pesados. Las manos vuelven a estar en los hombros y la columna cervical, en esta zona es realmente agradable sentir el masaje, me encanta. Las manos empiezan a subir por la mandíbula, allí intentan relajarla y distenderla con movimientos muy lentos y suaves. A continuación acarician mis pómulos, mi nariz, mis cejas, mi frente y…
Segunda temática: Nos adentramos en el mar en un fantástico velero.
Estoy sentado en una hamaca en este fabuloso velero. Sólo puedo escuchar tranquilidad, el sonido de las olas y de alguna gaviota. El sol calienta mi piel y relaja poco a poco todos los músculos de mi cuerpo. Siento la brisa en la cara, poco a poco nos adentramos en el mar. El cielo es muy azul, me relajo observando las figuras que dibujan las pocas nubes que puedo observar. El olor y sonido del mar realmente me tranquilizan, escucho las olas y me concentro en ellas. El calor combinado con la brisa continúa siendo agradable, mientras, poco a poco me despido de la playa que he dejado atrás. Una fantástica cala medio rocosa de arena fina, es preciosa. Hay dos barcas viejas de pescadores en la orilla, pero la playa está completamente vacía, no se escucha a nadie, este silencio me relaja muchísimo. La vegetación que puedo observar en la cala es escasa, pero conforme se aleja el velero aprecio la frondosidad de la zona. Es una imagen preciosa, es un paraje de ensueño. Hay otras calas y playas alrededor, algunas de ellas quedan algo escondidas, por ello son pocos los que seguramente puedan acceder, estoy disfrutando de un paraje realmente privilegiado. Dejo de mirar atrás y fijo mi atención en el mar. Observo el oleaje mientras me tomo una bebida refrescante. En el horizonte no hay nada, sólo nubes. Poco a poco siento que me adentro más y más, que el calor relaja más y más mi cuerpo, que la brisa refresca mi cara y …
Imaginad, sentid, disfrutad, conciliad el sueño de una forma agradable, lejos de las preocupaciones y los pensamientos que provocan en vosotros tensión y ansiedad. El sueño es nuestro momento de descanso y recuperación, este debe ser lo más relajante posible. Con las técnicas de imaginación dirigida, uno puede adentrarse en un fabuloso mundo relajante y agradable, y al ser justamente una técnica dirigida, es la propia persona quien decide qué quiere imaginar. En el momento que aparezcan sensaciones desagradables o poco relajantes, uno mismo debe redirigir el pensamiento hacia el bienestar, esto requiere cierta concentración y atención, aunque esto no debe suponer estar en tensión. Poco a poco uno descubre los “viajes” que más le relajan, y termina sistematizando la técnica, convirtiéndola en un perfecto aliado para conciliar el sueño.
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