jueves, 11 de diciembre de 2008

HOMBRES Y MUJERES, ¿AMAMOS DE LA MISMA MANERA?



Son muchos los tópicos que hemos escuchado al largo de la historia, y gran parte de ellos, hacen honor a costumbres que albergaban generaciones pasadas. Estas costumbres se basaban en la educación que recibían hombres y mujeres, y por supuesto, mostraban claras diferencias comportamentales y sentimentales. Ellos y ellas no eran criados de la misma manera, y cambiar estas directrices tan arraigadas no ha sido tarea fácil. De hecho, muchos discrepan de si, en la actualidad, hombres y mujeres sí reciben la misma educación, y bien, la realidad es que existe tanta diversidad educativa como familias viven en este mundo. De todos modos, dejando a un lado excepciones, cada vez son más los valores y modos de actuar que se intentan fomentar tanto en niños como en niñas.


El pasado mes de agosto, La vanguardia publicó en el suplemento "Estilos de vida", un interesante artículo titulado "¿Amamos de la misma manera?". En él, el psicoterapeuta Luis Muiño hace mención a tres películas que ejemplifican la visión del hombre y la mujer en las relaciones amorosas, y a partir de este preámbulo, enuncia dos factores clave que han diferenciado la "forma de amar" entre ellos y ellas: CONTINUIDAD Y PRO-ACTIVIDAD. Veamos un fragmento:


"Hasta hace unos años, se hablaba de dos diferencias fundamentales en la pasión masculina y femenina. La primera era la CONTINUIDAD. Los hombres y las mujeres tenían una estructura sentimental diferente: había una preferencia profunda de lo femenino por lo continuo y una preferencia profunda de lo masculino por lo discontinuo.


Ellas separaban los distintos estados emocionales menos que los hombres. Eran más holísticas, más globales: la ternura y la dulzura limitaban con el erotismo, se insertaban en él armoniosamente. La inteligencia y la comunicación intelectual podían resultar también eróticas.

Muchas investigaciones encontraban manifestaciones de ese patrón Había experimentos que mostraban que para una mujer era más difícil distinguir amor de amistad. O que ellas confundían más a menudo el atractivo erótico de una persona con su atractivo moral: alguien guapo es, además, bueno, sincero.


El hombre, por su parte, tendía a acentuar las diferencias, a separar las distintas emociones. Era discontinuo: podía amar un día, olvidar al siguiente, volver a amar…Sus emociones funcionaban como compartimentos estancos y eso le permitía “querer a dos personas a la vez y no estar loco”. Su erotismo era también más discontinuo que el femenino: funcionaba a intervalos de tiempo, comenzaba, llegaba a un punto y se agotaba…

El segundo factor de disparidad que aparecía clásicamente en los estudios era la PRO-ACTIVIDAD. A ellos se les suponía tendentes a la acción: tomaban la iniciativa y hacían siempre algo (aunque no fuera lo que había que hacer). A las mujeres se las consideraba más reflexivas: analizaban mejor lo que estaba ocurriendo y empatizaban más con la otra persona –eran más hábiles a la hora de ver las cosas desde otro punto de vista-.

Se hicieron también muchos estudios que mostraban esa tendencia femenina en el amor a la reflexión desde la inteligencia emocional, y esa facilidad masculina para emprender acciones. Un ejemplo era la forma de “enfermar el amor”. Las mujeres tenían problemas románticos relacionados con la salud mental por exceso de “pensamiento rumiativo”. Eran propensas a dar demasiadas vueltas a cuestiones que no se podían resolver y eso las podía llevar a la depresión y la ansiedad. A fuerza de ir al fondo de las cosas, acababan quedándose allí.

En los hombres, sin embargo, era más habitual el sentimiento de culpa por las acciones realizadas. El amor nos hace excesivamente impulsivos y demasiado focalizadores en la toma de decisiones. Si los hombres movemos ficha en pleno enamoramiento, seguramente lo haremos con más prisa de lo habitual y teniendo en cuenta un solo factor, nuestro sentimiento. No nos pararemos a pensar y, además, no tendremos en cuenta todo aquello que no tenga que ver con nuestra relación. En otra época era muy habitual que los hombres cayeran en el síndrome de Romeo y Julieta y luego no estuvieran nada orgullosos del resultado.


Continuidad, pro-actividad...¿Cómo se fomentaban esas diferencias?"



A partir de aquí, el artículo explica que hombres y mujeres aprendían desde niños a ser diferentes dado el trato que recibían por sus padres y educadores ( diversas investigaciones así lo ejemplifican); después, estas diferencias aterrizaban en el "juego" del amor. El cine las reflejaba y de este modo educaba a la siguiente generación transmitiendo un claro mensaje: la necesidad de desigualdad entre sexos opuestos en el terreno amoroso.


Tal y como hemos comentado al principio, el artículo hace mención a tres películas:


- Amanecer (1927). Esta refleja una clara diferencia de valores en el terreno amoroso, una desigualdad absoluta entre comportamientos.

- La mujer de al lado (1981). En ella todavía quedan reflejadas la disimilitudes.

- El otro lado de la cama (2002). Una comedia que muchos de vosotros conociereis, en la que las mujeres de la película son tan pro-activas y poco rumiativas como los hombres. Ellos y ellas dan las mismas vueltas a sus historias y tienen los mismos problemas en la toma de decisiones. Los personajes de la película se permiten a veces vivir la antigua y la nueva relación a la vez, sin problemas, pero también sienten en ocasiones la necesidad de la continuidad amorosa que se centra en una sola relación a lo largo de los días. En este film, ya no hay diferencias amorosas entre hombres y mujeres, solo importa su forma de ser y el momento que están viviendo.




Dejando a un lado las películas y centrándonos en la realidad actual, ¿Es esta realidad tal y como muestra "el otro lado de la cama"?¿Es cierto que tanto hombres como mujeres somos igual de pro-activos y a su vez somos en ocasiones continuos y en otras discontinuos?


O por el contrario, ¿Seguimos siendo las mujeres las mas "rumiativas"?¿Ellos reflexionan como nosotras?¿Son ellos los que no pueden mantener una continuidad en la relación amorosa tal y como indican los tópicos?


Y finalmente, ¿Este "pensamiento rumiativo" puede estar, en ocasiones, directamente relacionado con episodios ansiosos y depresivos?



Dejemos las primeras cuestiones para que vosotros opinéis, y valoremos la última:


¿Este "pensamiento rumiativo" puede estar, en ocasiones, directamente relacionado con episodios ansiosos y depresivos?


Hace poco en el Diván hablábamos justamente de esta reflexión continua y repetitiva que tanto caracteriza a las mujeres. El concepto de "pensamiento rumiativo" que utiliza el autor del artículo muestra claramente la conexión entre estado mental y capacidad de reflexión. Esto no significa que reflexionar no sea correcto, todo lo contrario, la reflexión nos convierte en seres conscientes y nos acerca la realidad que estamos viviendo, hecho que nos permite elegir y actuar en consecuencia, y por tanto, sentirnos realizados con el resultado. El problema aparece cuando la reflexión peca de rumiativa y se convierte en un estado permanente e imparable. Dar infinitas vueltas a un tema, crea a su vez, miles de percepciones e interpretaciones del mismo, y todo ello provoca un claro sentimiento de pérdida de control y alejamiento de la realidad. Cuando vemos que no podemos controlar aquella situación debido a la incertidumbre despertada, nos adentrándonos en un estado continuo de ansiedad, y con ello, de profundo malestar. Desde el profundo malestar, no es fácil sacar fuerzas, todo parece más oscuro y nuestra percepción del día cambia. Cuando esto ocurre, es necesario plantear rápidamente una estrategia de pensamiento que ROMPA con el malestar, y abra la puerta a posibles nuevos pensamientos y percepciones que, partiendo del negro, hagan ver las cosas de otro color.







Consulta privada Mª Teresa Mata, psicoterapeuta y fisioterapeuta.


VISITAS DE LUNES A VIERNES CENTRE BALMES

Plaza Gala Placidia Nº 10-12, 5º 2ª 08006 - Barcelona Contacto: 617834474






Etiquetas:

7 Comments:

At 9:47 a. m., Anonymous Anónimo said...

Tienes que ser muy frío para mantener una relación de doble juego. Jo no podría estar con dos personas, no se, creo que algunos hombres pueden. Y también es verdad que las mujeres nos rompemos la cabeza pensando las mismas cosas, y ellos pues no lo hacen, son más simples. Yo a veces tengo mucha ansiedad al levantarme de la cama.

Felicidades por el blog

 
At 5:19 p. m., Anonymous Anónimo said...

Yo he intentado hacer eso de "el otro lado de la cama" y no he podido, será porque crecí con las películas de disney y sus princesas. Mis amigos dicen que somos nosotras las que reclamamos igualdad en todo, y yo digo que sí pero que estoy a favor de lo que llamo "discriminación positiva", que lo reduzco básicamente a un comportamiento cortés por parte del hombre, que digo yo que si un hombre te abre la puerta o te aparta la silla para que te sientes no es ser machista, porque me tachan de eso...
Y lo de que damos más vueltas creo que es verdad, siempre he creído en eso de que los hombres buscan una solución fácil mientras nosotras intentamos buscar una solución más factible.
Besos

 
At 11:46 a. m., Blogger El Divan Digital said...

@ NOa

Bienvenida a nuestro Diván.

Puede que el anticipar todo lo que debes hacer a lo largo del dia, provoque la ansiedad matutina. Muchas veces, antes de levantarnos, empezamos a pensar y organizar el día, y la magnitud de tareas se transforma en ilimitada...Es entonces cuando la ansiedad aparece y dificulta un saludable despertar. Intenta ir organizando de forma pausada y sobre la marcha.

Saludos

 
At 11:52 a. m., Blogger El Divan Digital said...

@ Prosapia

Puede que ellos, o algunos de ellos busquen la solución fácil. Lo importante es que cada uno de nosotros busque la solución que crea conveniente y se sienta cómodo. Las mujeres tendemos a dar más vueltas...¡Bienvenidas sean!Ello nos convierte muchas veces en personas más comunicativas. De todos modos, el Diván quiere lanzar un claro mensaje:

Dar vueltas a las cosas nos convierte en personas conscientes de la realidad...Dar vueltas de forma totalmente excesiva, aturde nuestras ideas y nos aleja aún más de la realidad.

Saludos

 
At 5:56 p. m., Anonymous Anónimo said...

Creo que los estereotipos y los tópicos son lo que son, una gran mentira. Pocos individuos se adaptan a ellos en realidad, pero al personal le encantan esas simplezas, tanto que se adhieren a ellas, digo yo que por falta de tener otra cosa más a mano. Las personas somos más complicadas que todo eso, y además bastante volubles y mentirosos, las caretitas que llevamos puestas, como para que estas encuestas "minimalistas" sirvan para otra cosa que echar unas risas.
Es como esa frase, "yo no podría estar con dos personas y creo que algunos hombres si pueden", difícil de calificar. ¿No conoces mujeres así? ¿En qué mundo vivís? ¿Menos dices? Ya, otra encuesta, seguro.
Y lo de que las mujeres le dan más vueltas a las cosas o son más comunicativas. En mi entorno hay un abanico de todo y a veces cuesta mucho catalogar a una sola persona, como para hacerlo por grupos.


Por cierto, la película me pareció eso, para reír. No creo que sea reflejo de nada, REALMENTE, y engaños creo recordar....

Vivimos una época de cambio, lógico por la discriminación absurda y vergonzosa de antaño, pero de eso a esta moda de lo femenino. Ahora resulta que todo lo que "huele a faldas" es mejor, más humano, más auténtico. Hoy mismo he oído decir a un "erudito" en los medios que si las mujeres gobernaran el mundo habría menos guerras, por ese instinto maternal que decía darle una oportunidad más a la paz. Pero cuanta insensatez tiene uno que escuchar, y la presentadora tan feliz al tiempo, se le llenaba la cara de ese orgullo absurdo que tenemos por la cuestión del azar en un momento determinado en el vientre de nuestra madre. ¿Nadie recuerda, sin ir más lejos, que también hubo reinas? ¿Y guerras?...Hasta mataron a sus hijos, que ya por decir algo es hasta cargarse lo del socorrido instinto ese, no hay más que mirar la prensa señores...Lo dicho, falta de memoría histórica, otro palabro más, y aprovechamiento, en su beneficio, éste publicaba un libro, de la memez congénita del ser humano, hombres y mujeres, una simple cuestión de hormonas, pero demasiado parecidos los unos a las otras, por desgracia para todos, pero al tiempo diferentes, INDIVIDUALMENTE.

A las 100000 que abortan todos los años habría que preguntarle también por esas vueltas que les dan a las cosas, por el antes de quedarse y no poner remedio, con las prisas, y el después de cargarse, mintiendo la inmensa mayoría de las veces, el trabajo que les debe costar por ser féminas digo, al indefenso feto, o feta, que muchos ya tienen definidos sus atributos. Y también por los X millones que les rodean, incluido el preñador de turno, por supuesto, y con lo "comunicantas" que son...qué raro es todo. En fin, la sociedad del absurdo donde es tan fácil eliminar una vida como estos tópicos que no tiene uno por donde cogerlos. ¿Vueltas? ¿Sensibles? ¿Maternales? No, es que son víctimas también, del machismo, y del sexo y las ganas, en este caso podríamos decir, pero en ambos sigue estando algo por medio, curioso que sea tan peyorativo.
Y juro por el capitan trueno que no soy católico, y así me limpio otro tópico. Ni de derechas, otro más. Y también me como el coco por las mañanas, a veces. Y por la noche. Qué cosas, ¿seré bisexual?

En fin, tomároslo con humor, es para reír.

 
At 5:59 p. m., Anonymous Anónimo said...

O para llorar. Faltaba esto.

La verdad, idealicé a las mujeres desde niño, por las que conocí, generalicé. Era un niño.

 
At 5:33 p. m., Anonymous Anónimo said...

Por primera vez, ingreso a este portal, y me parecio extraordinaría toda la información que contiene y el concepto que maneja.
Soy Mexicano , y me interesa seguir aprovechando de las bondades que brinda este sitio.

 

Publicar un comentario

<< Home