viernes, 25 de abril de 2008


Psicologia de la seducción




"Seducir es atraer el apoyo automático de la gente. Al seducir laureamos los sentimientos de otro, prendamos su mente y logramos que continúe recordándonos cuando ya no estamos presentes. La seducción es una forma de comunicación que sigue leyes específicas, un juego psicológico orientado a fascinar en el que apenas interviene la belleza física."

Así define la seducción en su último libro la psicóloga Alejandra Vallejo. Cierto, en la seducción, lo importante no es el físico, aunque este pueda, en muchas ocasiones, servir como tarjeta de visita; saber seducir significa ofrecer un trato agradable, despertar curiosidad, mostrar originalidad, actuar inteligentemente y sobretodo ser natural y tener mucho carisma. Un buen seductor en el mundo del marketing sabe hablar con sus clientes, un artista creativo e original sabe cautivar al público con sus obras, un compañero con su espontaneidad y simpatía puede hacer reír a todo el departamento, ... Todos los seductores son "provocadores de placer", transmiten de un modo u otro un bienestar emocional que permite congeniar rápidamente con ellos.
La seducción está muy definida por la personalidad de cada uno de nosotros, por ello es muy importante conocernos. Saber cuales son nuestros puntos fuertes, en qué resaltamos y cuales son nuestras habilidades, proporciona cierta seguridad a la hora de dirigirnos a los demás. Esta seguridad es la CLAVE de todo seductor, sin ella, este arte estaría perdido. Así pues, hay muchas maneras de seducir, muchas maneras de encandilar, pero siempre tenemos que buscar aquella con la que nos sintamos cómodos y en definitiva, seamos nosotros mismos.

Muchos buscan la fórmula mágica para ser el perfecto seductor, para triunfar en el trabajo y el amor, para ser auténticos reyes de las relaciones sociales, ...Pero en realidad, ya nacemos con esta fórmula mágica, puesto que el ser humano, desde el momento en que llega al mundo, tiene la gran capacidad de ser querido y admirado por los demás, de encandilar tan sólo con una sonrisa, de hacer reír a amigos y familia. Los bebés pueden conseguir esto y mucho más con un llanto o regalándonos una dulce cara de angelito, ellos sí son unos perfectos seductores.

En el Diván, nos gustaría que compartierais con nosotros las cualidades que en el día a día os ayudan a seducir en todos los ámbitos de vuestra vida...¿ Podéis decirnos vuestro "secreto"?



Consulta privada Mª Teresa Mata, psicoterapeuta y fisioterapeuta.

VISITAS DE LUNES A VIERNES CENTRE BALMES

Plaza Gala Placidia Nº 10-12, 5º 2ª 08006 - Barcelona Contacto: 617834474

Etiquetas:

2 Comments:

At 1:46 p. m., Anonymous Anónimo said...

¡qué razón tienes en lo de los bebés! mi pequeñajo es todo un seductor. Va por la calle intentando atrapar la atención de cualquiera que pase y cuando lo consigue le echa una sonrisa que desarma a cualquiera. Supongo que su secreto es la absoluta naturalidad y espontaneidad.

En cuanto al mío... pues sí, todos buscamos un arma que sepamos manejar bien para forjarnos esa distinción que nos hace especiales ante los demás. La mía supongo que es cierto desparpajo en el habla, con el que procuro ganarme a mi interlocutor, aunque como todo, según el día se utiliza mejor o peor.

 
At 12:31 a. m., Blogger El Divan Digital said...

@ lamama

Muchisimas gracias por participar de nuevo en nuestro Diván. Cierto, no siempre utilizamos igual "nuestras armas"; el contexto en el que nos encontramos y nuestro estado de ánimo juegan un papel muy importate. Por ello la seducción es tan subjetiva, y depende directamente de como nos sintamos.
¿Cuantas veces nos hemos sentido mal con nosotros mismos por algún hecho, por pequeño que sea, y con ello nos hemos sentido incapaces de gustar a los demás en algo?( en una entrevista de trabajo, al conocer alguien nuevo, etc... )
Un saludo

 

Publicar un comentario

<< Home