jueves, 4 de diciembre de 2008

Esta semana, en el Diván Digital, os presentamos un clásico de Jorge Bucay, "Obstáculos", leer con atención.


OBSTÁCULOS


Voy andando por un sendero. Dejo que mis pies me lleven.

Mis ojos se posan en los árboles, en los pájaros, en las piedras. En el horizonte se recorte la silueta de una ciudad. Agudizo la mirada para distinguirla bien. Siento que la ciudad me atrae.

Sin saber cómo, me doy cuenta de que en esta ciudad puedo encontrar todo lo que deseo. Todas mis metas, mis objetivos y mis logros. Mis ambiciones y mis sueños están en esta ciudad.Lo que quiero conseguir, lo que necesito, lo que más me gustaría ser, aquello a lo cual aspiro, o que intento, por lo que trabajo, lo que siempre ambicioné, aquello que sería el mayor de mis éxitos.

Me imagino que todo eso está en esa ciudad. Sin dudar, empiezo a caminar hacia ella. A poco de andar, el sendero se hace cuesta arriba. Me canso un poco, pero no me importa.

Sigo. Diviso una sombra negra, más adelante, en el camino. Al acercarme, veo que una enorme zanja me impide mi paso.Temo... dudo.

Me enoja que mi meta no pueda conseguirse fácilmente. De todas maneras decido saltar la zanja. Retrocedo, tomo impulso y salto... Consigo pasarla. Me repongo y sigo caminando.

Unos metros más adelante, aparece otra zanja. Vuelvo a tomar carrera y también la salto. Corro hacia la ciudad: el camino parece despejado. Me sorprende un abismo que detiene mi camino.Me detengo. Imposible saltarlo

Veo que a un costado hay maderas, clavos y herramientas. Me doy cuenta de que está allí para construir un puente. Nunca he sido hábil con mis manos... Pienso en renunciar. Miro la meta que deseo... y resisto.

Empiezo a construir el puente. Pasan horas, o días, o meses. El puente está hecho. Emocionado, lo cruzo. Y al llegar al otro lado... descubro el muro. Un gigantesco muro frío y húmedo rodea la ciudad de mis sueños...

Me siento abatido... Busco la manera de esquivarlo. No hay caso. Debo escalarlo. La ciudad está tan cerca... No dejaré que el muro impida mi paso.

Me propongo trepar. Descanso unos minutos y tomo aire... De pronto veo, a un costado del camino un niño que me mira como si me conociera. Me sonríe con complicidad.

Me recuerda a mí mismo... cuando era niño.

Quizás por eso, me animo a expresar en voz alta mi queja: -¿Por qué tantos obstáculos entre mi objetivo y yo?

El niño se encoge de hombros y me contesta: -¿Por qué me lo preguntas a mí?

Los obstáculos no estaban antes de que tú llegaras... Los obstáculos los trajiste tú.

Jorge Bucay


4 cuestiones clave para pensar:

  • Realmente, ¿Los obstáculos los traemos nosotros?
  • ¿Los obstáculos aparecen dependiendo de la persona que realiza el camino?
  • Así pues, ¿los obstáculos son personales e individuales, aunque en ocasiones los compartamos?
  • El obstáculo que yo veo, ¿tú también lo percibes como tal? ¿De ahí que en ocasiones aparezcan las disputas?


Después de leer el cuento de esta semana, es interesante que reflexionemos sobre las cuestiones anteriores.

En nuestra opinión, los obstáculos, ciertamente, no siempre los traemos nosotros, pero puede que un mismo obstáculo sea percibido de forma muy distinta entre varias personas. Por ello, es mejor que hablemos de percepción del obstáculo y no del obstáculo en si, puesto que la vida conlleva toda una serie de situaciones que, dependiendo de la interpretación que cada uno de a las mismas y el modo en que las afrontemos, resultará más o menos dificultoso superarlas.

Esta dificultad para superar una situación, puede traducirse a otro termino llamado funcionalidad; dependiendo de cómo percibamos un hecho, supondrá un mayor o menor obstáculo, y ello repercutirá con más o menos intensidad en la funcionalidad del día a día.

Algunos obstáculos como la muerte o la enfermedad, afectan y en muchos casos limitan, la funcionalidad de nuestra vida. El modo en que elaboremos ese hecho, marcará el trayecto que continua, y cuanto más saludable sea, más fácil resultará recuperar la funcionalidad perdida.

Así pues, nuestra actitud es determinante a la hora de hacer frente a un obstáculo. La percepción es individual, y el modo de elaborar un problema también lo es. Por ello, cada uno de nosotros debe encontrar la mejor forma de superar ese bache, una forma que se adapte a las necesidades personales y, en definitiva, que resulte FUNCIONAL para su VIDA.




Consulta privada Mª Teresa Mata, psicoterapeuta y fisioterapeuta.

VISITAS DE LUNES A VIERNES CENTRE BALMES

Plaza Gala Placidia Nº 10-12, 5º 2ª 08006 - Barcelona Contacto: 617834474