miércoles, 26 de marzo de 2008

Entrevista a un sentimiento







"Estoy confundido", " No era yo misma, mi reacción me asombró a mi misma", " No se lo que me pasa"...

En ocasiones, nuestra mente almacena un cocktail de sentimientos que ni nosotros mismos somos capaces de identificar. Ello ocurre sobretodo cuando no prestamos atención a dichos sentimientos y un buen día aparecen "sin más", aunque lleven tiempo conviviendo con nosotros. Es en ese momento cuando nos percatamos de que los sentimientos son auténticos desconocidos, seres invisibles que duermen en nuestra cama por las noches, y nos atosigan durante el día con la esperanza de ser comprendidos. Los sentimientos piden ser escuchados, no pretenden hacernos la vida imposible, simplemente SALIR y hacernos entender sus necesidades. Son muchos los sentimientos incomprendidos que, hartos de esperar, salen al exterior disfrazados, por ejemplo a modo de ataque de rabia, ansiedad o depresión.

Así pues, nuestros sentimientos merecen ser escuchados, y una buena manera para "conocer sus intimidades" es entrevistarlos. Podemos entrevistar los sentimientos de otra persona, pero también podemos entrevistar en silencio los nuestros. Para ello es necesario un buen trabajo de introspección y realizarlo en un momento de calma y tranquilidad, para poder escuchar con claridad qué nos quiere decir nuestro sentimiento.

Para entender mejor cómo es este trabajo de "mirar hacia dentro" y conocernos, hemos entrevistado a un sentimiento aquí en el Diván, esto ha sido lo que nos ha contado:


( La persona piensa en el sentimiento, recordando detenidamente alguna situación en la que lo ha sentido, y contesta las preguntas. En este caso la descripción de la situación es la siguiente: " Estoy en el trabajo sentado en mi mesa, muy triste, hace unas semanas rechazaron mi proyecto y ahora las tareas que realizo no me llenan")


ENTREVISTA AL SENTIMIENTO QUE APARECIÓ EN LA SITUACIÓN DESCRITA:


- ¿ De qué color eres?
Azul muy oscuro, soy prácticamente negro
- ¿ Qué forma tienes?
Tengo forma de puño ( podéis realizar un dibujo si lo deseáis, e ilustar este sentimiento)
- ¿ Qué tamaño tienes?
Soy un puño muy grande
- ¿ En qué parte del cuerpo estás ubicado?
En la garganta
- ¿ Estás quieto?, ¿te mueves?, ¿por qué partes del cuerpo te mueves?
Estoy bastante estático, me muevo de la garganta ligeramente hacia la boca.
- Si pudieras hablar, ¿qué dirías?
No se qué diría, pero chillaría.
- Cuando apareces, ¿qué ocurre?
No ocurre nada, simplemente la mente de mi persona empieza a procesar miles de pensamientos de impotencia.
- ¿ Tu persona se siente mal cuando apareces?
Sí, muy mal, se siente impotente
- ¿Qué tendría que ocurrir para que tu desaparecieras?
Que en el trabajo me valoraran más
- ¿Qué podría hacer tu persona para ayudarte a desaparecer o a cambiar de forma, color y ubicación?
Quizás romper cuatro platos al llegar a casa, o exponer su inconformismo ante el jefe y algunos compañeros.


El sentimiento de la persona X, era descrito como tristeza en el trabajo y apatía ante las tareas del mismo. Explorando y hablando con este sentimiento, parece ser que tiene forma de puño, su color es oscuro, y se ubica justamente en la garganta, impidiendo tragar saliva y obstruyendo el flujo interno de esta persona. Este puño, puede que esté triste, pero los cuatro platos que la persona X desearía romper al llegar a casa quizás, nos hablan de un puño lleno de RABIA, que intenta salir y no puede por la presión a la que está sometido en el trabajo. De este modo, la persona X puede comprender mejor los sentimientos que despiertan la propia impotencia, e intentar adoptar otra actitud que le permita ser más asertivo y decir en la medida de lo posible, aquello que tanto le incomoda.

Estas tan sólo han sido algunas de las muchas preguntas que podemos hacer a nuestros sentimientos, cuando deseemos conocer más sobre ellos e integrarlos de una forma sana. Su color, su forma, su ubicación, todo ello nos da muchas pistas sobre sus necesidades, y nos ayuda a comprender qué podemos hacer para que cambien y nos permitan vivir de una forma más relajada. En el ejemplo, la persona X, seguramente al adoptar una actitud más asertiva y exteriorizar de algún modo la rabia que siente ante tal inconformismo, desplazaría en puño lejos de la garganta, y posiblemente, su tamaño disminuiría rápidamente, eliminando así cualquier sensación de obstrucción y malestar.


EL DIVÁN OS ANIMA A ENTREVISTAR VUESTROS SENTIMENTOS Y DE ESTE MODO, CONOCERLOS Y COMPRENDER SUS NECESIDADES






Consulta privada Mª Teresa Mata, psicoterapeuta y fisioterapeuta.


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8 Comments:

At 11:02 p. m., Anonymous Anónimo said...

Hola, vengo de parte de un tal Arias (creo que usted lo conoce, pero ya le aviso que no es muy de fiar) que me ha pedido la opinión sobre su original post de hoy.

Teniendo en cuenta mi condición de absoluto neófito en temas psicológicos, debo decir que a mí me ha gustado mucho esto de la entrevista al sentimiento. De hecho, le diré que aunque no se me había ocurrido nunca a partir de ahora pienso ponerlo en práctica en los largos atascos matutinos en los que mi única compañía hasta el momento eran las tertulias radiofónicas. A partir de ahora conversaré con mi mala leche, que ya le adelanto que es de color morado. Del mismo color que tengo las santas partes a medida que el cenutrio del coche de delante frena sin avisar cada dos por tres.

Gran blog, digno de ser seguido desde la distancia (después de este comentario, supongo que comprenderá porqué).

 
At 8:59 a. m., Blogger El Divan Digital said...

@ Doctor Jota

Muchísimas gracias por visitar nuestro Diván, es un placer tenerte aquí.

Te animamos a entrevistar la "mala leche matutina", no se si podrá ser en medio de uno de estos atascos, pero si puedes, al llegar a casa cuando estés más relajado.

Sabemos que los sentimientos son abstractos y no tienen color, no tienen forma, no tienen ubicación...Esto es lo que hablábamos con el Sr Arias... Pero nosotros sí podemos ponérselos, sí podemos convertirlos en "figuras con tamaño" para así "tocarlos" y verlos con más claridad.


Un saludo

 
At 10:11 p. m., Anonymous Anónimo said...

Hola
Ayer, después de la desgraciada actuación del Barça en la segund aparte, intente entrevistar mis sentimientos como aconsejas eneste post.
Pues bien, no lograba ver nada. Nada de nada, ni dibujoni color, todo de un oscuro inmenso....
Quiere decir eso algo?

 
At 6:17 p. m., Blogger El Divan Digital said...

@ Arias

La abrumación de un sentimiento, sobretodo immediato y muy intenso, en ocasiones no permite PENSAR ni SER RACIONAL ante aquella situación. Así pues, a veces, la intensidad sí permite exteriorizar, pero otras veces, esa intensidad se convierte en un pensar único sobre esta misma intensidad o magnitud, ocultando así el verdadero sentimiento sobre la situación vivida.

De todos modos, yo sí me atrevería a poner un color a tu sentimiento. Quizás, por lo que describes, sería un color muy oscuro, puede que negro, un color que "oculta y no deja ver" en medio de una gran confusión.

Un saludo

 
At 12:27 p. m., Anonymous Anónimo said...

Gran reflexión, pero complicada...
No digo yo que no sea bueno preguntar a tus sentimientos, pero y si ellos se niegan hablar, entonces que?
Hay sentimientos que son transitorios, y con un poco de paciencia, de conocimiento y de lógica, desaparecen dejandonos "tranquilos"
Pero hay otros que se resisten a dejarnos, y por mucho que quieras hablar con ellos, decirles que ya es la hora de partir, no quieren hacerlo.
Quizá nosotros en parte tengamos la culpa de que esten ahí, porque aunque no queramos que esten, hacemos cosas sin poder evitarlo para que sigan con nosotros.
Es muy complicado, pero el tiempo es muy sabio, y poco a poco va matando el sentimiento, y un dia, sin saber porque, nos damos cuenta que ya ha desaparecido por completo.
Espero que siempre, sea así.
Saludos

 
At 12:48 a. m., Blogger El Divan Digital said...

@ Usuario anónimo

Muchísimas gracias por participar en nuestro blog, es muy interesante tu intervención.

¿ Qué ocurre cuando el sentimiento no nos quiere hablar? o mejor dicho, ¿ Qué ocurre cuando no quiere hablar a los demás?

Bien, si el sentimiento se resiste a hablar, no quiere salir, no quiere expresar, debemos buscar facilidades para que lo haga. Quizás no lo hace porque no puede, NO porque no quiere. No todos podemos abrir la boca y decir lo que sentimos, no siempre tenemos esta capacidad, y por ello podemos buscar formas alternativas, como por ejemplo escribir. Cuando escribimos parece que las palabras aparecen más deprisa, parece que cobran vida y plasman aquello que no podemos pronunciar. A veces, tenemos la necesidad de comunicar a alguien lo que sentimos, y una carta es el principio de nuestra forma de expresión. Sea como sea, no podemos dejar que los sentimientos queden encerrados, de algún modo, tenemos que compartirlos, o al menos, dejar que vean la luz saliendo al exterior a modo de canción, grito, salto, dibujo, deporte, etc...LOS SENTIMIENTOS SON MUY SABIOS, Y POR ELLO, EN OCASIONES, ESPERAN LA FORMA MÁS ADECUADA PARA HABLAR.

UN SALUDO

 
At 10:26 p. m., Blogger Saitam said...

El sentimiento que más recuerdo es de angustia, no sé de qué color es; pero sí que se me instala en las manos, en las muñecas y me acelera el corazón.

Se instala cuando alguien me hace sentir mal, cuando estoy nerviosa por algo que sucede, que me dicen.

 
At 6:55 p. m., Blogger El Divan Digital said...

@ Saitam

si la angustia se instala en las manos y muñecas, quizás puedas establecer algún ritual simbólico para desacerte de esta angustia y exteriorizala de algún modo. Podrías frotar las manos, lavarlas, y de algún modo, mostrar tus ganas por desacerte de ella. Todo ello es simbólico, pero tu modo de reaccionar ante este hecho puede ayudarte. Tu postura de inconformismo ante esta angustia y tu deseo por deshacerte de ella, es el primer paso. Así que Saitam, lavate las manos y no te dejes impregnar de esta angustia que tanto te atormenta.

un saludo

 

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