Detonantes urbanos de estrés
Una avería en la L10 de Metro provoca retrasos y aglomeraciones
“Ha ocurrido a primera hora de la mañana entre las estaciones de Alonso Martínez y Batán. Los lectores de 20 minutos denuncian que han quedado atrapados en los vagones durante más de media hora. El servicio ha estado suspendido y tras su reparación los retrasos han continuado. Una de las declaraciones afirmaba: "Hemos permanecido durante más de 30 minutos parados en un tunel entre Principe Pío y Plaza de España sin ningún tipo de ventilación puesto que no teníamos ni acondicionado ni ninguna ventana que poder abrir".
13 de octubre del 2006, noticia publicada en el 20 minutos, Madrid.
Éste es un ejemplo de las muchas averías que sufre el metro de Madrid y
Barcelona. Los retrasos, las constantes aglomeraciones debido al mal funcionamiento de los trenes y las pésimas condiciones de ventilación en los vagones más antiguos, se convierten en los “buenos días” que recibimos periódicamente los usuarios de este transporte metropolitano.
¿Cuáles son las consecuencias de estos “buenos días”?
Mal humor, tensión, ansiedad, retrasos en el trabajo, y en definitiva, un desorden del día que para los menos pacientes se convierte en un importante detonante de ESTRÉS.
Pero existen muchos detonantes urbanos, éste no es el único. Las largas caravanas en la Diagonal o las Rondas, el mal funcionamiento de Renfe y la contaminación acústica también son principales protagonistas que acercan nuestro estado de ansiedad al umbral “límite”.
Y todo esto, no es ni la mitad de grave hasta que las inclemencias del tiempo dan un toque de color al día. ¿ Porqué España se para cuando las lluvias superan un considerable número de litros por metro cuadrado?; ¿Porqué los transportes públicos dejan automáticamente de funcionar?; ¿Es que en el resto
del mundo no llueve?
Quizás la solución esté en tomarse el día con otra filosofía y al pararse el metro, la mejor opción sea abrir el maletín, sacar el Donut de chocolate y leer un libro de bolsillo o el Mundo Deportivo… Así seguro que la espera se hace más llevadera.
Para vuestro interés, aquí teneis el link de una noticia publicada el pasado 20 de Julio en El País sobre el mal funcionamiento del metro de Barcelona:
http://www.elpais.es/articulo/cataluna/sindicatos/denuncian
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posted by El Divan Digital @ 1:26 a. m.
6 comments
6 Comments:
Estupendo post Mària. Muy interesante. Es cierto que segun que aspectos de la vida cotidiana urbana pueden promover el estrés, pero yo creo que cambiar los habitos que tu comentas es dificil, muy dificil. Hay unos valores muy establecido y arraigados en Barcelona por ejemplo.
Crees que este stres urbano varia en funcion de la ubicacion geografia? Me exlico, en el sur de España por ejemplo donde la vida se la toman un poco mas "piano piano", puede ser que este tipo de estres disminuya?
Mi problema es es Tiempo , tres dias seguidos sin sol y todo se complica mucho , por suerte en barcelona no es frecuente , por otro lado las imfraestructuras son un desastre y los semaforos no funcionan cuando llueve , entonces ponen un guardia urbano y te puedes pasar toda la mañana en un atasco , todo esto hace que muchas personas entren agobiadas al trabajo , le sumas los problemas laborales diarios y al mediodia todo el mundo esta muy nervioso , llegas a casa ( previo atasco ) y el niño a suspendido todas y hay goteras , todo esto es dificil de gestionar , otra filosofia ? Quiza pero el entorno te arrastra .
Es un problema de las grandes urbes de dificil solución. Y también resulta dificil cambiar de folosofía, sobre todo cuando el tiempo apremia. Está claro, como dices, que debemos intentarlo. Hay que aprender a relajarse, pero es tan difícil ¡¡
En las pequeñas ciudades esto no pasa y la gente vive mucho más relajada. La calidad de vida es muy superior. Me he criado en una ciudad de 60.000 habitantes y puedes ir andando a todas partes e incluso ir sin dinero. Para los niños es también una gozada
Enhorabuena por el blog. Intentaré visitarte.
Bien Latorre. No estamos hablando de cambiar hábitos, sinó de restar importancia a los hechos que no dependen de nosotros.
El caos y desorden ( paradas en el metro, retrasos, atascos, ruido) provocan en nosotros un nivel de estrés que promueve actitudes que retroalimentan el mismo desorden y nos llevan a una situación mayor de estrés.
Por ejemplo, en una caravana, la misma actitud de los conductores ( pitidos, maniobras incorrectas, etc) augmentan el caos y por lo tanto, el nivel de estrés.
Quizás, si nuestra actitud fuese más paciente y los desórdenes no provocaran en nosotros un elevado estado de tensión, podriamos actuar de una forma más relajada, sin prisas excesivas, y esa actitud ayudaría a no sobrepasar el nivel de estrés óptimo para la vida diària.
Es verdad que el estrés es mayor en ciudades como Barcelona. Como explica Loles, en las ciudades pequeñas no existen estos problemas por que puedes ir a pie a trabajar.
Seguramente, si el tren llegara a su hora, el estado de algunas lineas de metro fuera mejor( la linia 5 del metro de Barcelona seguramente tiene el record Guiness de averias semanales), y la gente utilizara más el transporte público, quizas no existirían tantos problemas...
Pero visto que es difícil poner solución a todo esto, pidamos una pequeña dosis de paciencia y disfrutemos como ya dijimos de los "buenos días".
Sí Breederss, pero como muy bien dice un locutor de radio: "la vida puede ser maravillosa..." y a veces es cierto que hay que poner mala cara a la lluvia, a los semáforos que no funcionan, a los atascos...pero debemos hacer el esfuerzo para que estas "pequeñas" cosas no nos hagan ver el resto de día de color negro.
Muchas gracias Loles por tu intervención.
Has introducido un tema muy interesante que es la calidad de vida. Es cierto que en las pequeñas ciudades augmenta esta calidad, yo también procedo de una. Pero igualmente, es importante llegar a esa calidad de vida a nivel personal, gestionando el tiempo lo mejor posible y llegando a un estado de satisfacción igual de óptimo que las personas que residen lejos de la gran urbe. ¿cómo conseguirlo? aprovechado al máximo el poco tiempo que nos queda para nosotros al final del día!
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